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miércoles, 6 de junio de 2012

EL INNEGABLE ATRACTIVO DEL MAL

Este artículo pone al miedo y su consecuencia inmediata, la maldad, sobre distintos escenarios: 1- Cuando sucede una tragedia, el morbo que despierta va de la mano con el alivio por no haber sido la víctima. ¿Te ha pasado? 2- Existe un nexo perverso entre inseguridad, dependencia y poder. Si un gobernante inescrupuloso emplea discursos e imágenes de muerte o fomenta la violencia impune, el rechazo al clima de zozobra que producirá en las personas pacíficas se trasformará en apoyo masivo al personalismo totalitario, por parte de quienes manejan un nivel mínimo de racionalidad o visión de futuro y ven al líder como su modelo y protector. ¿Reconoces el escenario y su maldad implícita? 3- Altemeyer sostiene que los individuos que contemplan a este mundo como un lugar peligroso, que creen a unos superiores a otros o que someten el derecho a la fuerza y la libertad a la tradición, son los más proclives a infligir sufrimiento a la humanidad. Curiosamente, todo acto delictivo y todo entrenamiento militar se apoyan sobre estas tres bases. ¿Encuentras lícito al liderazgo armado? 4- Millones de personas, algunas ciertamente inteligentes, idealizan a Stalin, Eva Perón, Hitler, Franco, Castro, Manson, Bin Ladden, el Chacal o sus similares, sin analizar de qué pasta está hecho el personaje. ¿Qué misma cuerda vibra en ambos, admirado y admirador? 5- La posición teológica occidental define al hombre como genéticamente malo, y busca coartar su maldad mediante el contrato social y las leyes humanas y divinas. Lo cual no ha erradicado el problema de la violencia, pero sí ha logrado el exterminio de muchas culturas y razas, con la excusa de no ser socialmente civilizadas. Incluso ahora, todo aquel que se sitúe en un estado natural o auténtico, si es distinto al aceptado por la sociedad, será atacado por representar el peligro del salvajismo. Lo diferente genera discriminación: homofobia, sectarismo político, condenación religiosa, xenofobia, etc. Y tú, ¿tienes prejuicios y creencias religiosas? 6- El culto al miedo y a la violencia sostiene la industria fílmica y literaria, que inculcan en la sociedad el hábito de ver la vida bajo ese enfoque destructivo. Para ello cuentan con el apoyo del público intelectual y moralmente sano, pero en realidad alienado desde su infancia por dicho culto. La industria de la diversión desublima al arte y atenta contra la paz y otros valores, cuando ve al ser humano como un consumista ávido de violencia y lo acostumbra a ésta sin que pueda ejercerla libremente en su entorno. Parte del juego social es que la persona se adapte a tales contradicciones, pagando el precio. ¿Formas parte de ese público adicto a la adrenalina y que a veces se ahoga en su violencia interna? 7- Una minoría -inspirada tal vez en Rousseau- piensa que el hombre en su estado natural es “bueno” y que se malea dentro de la sociedad y sus vicios, e idealiza a las culturas primitivas no contaminadas. Recordando los sacrificios humanos aztecas y druidas, y como nunca he vivido mucho tiempo fuera de un entorno social contaminadísimo, no puedo inferir que todo Mogli (niño criado por los lobos) sea más bueno que yo. ¿Tú piensas que el mal es incubado en la población por la sociedad, primitiva o no, considerando que en todas “el infierno son los otros”?
Podemos huir o negar al mal, pero no anularlo, sea que se sitúe dentro o fuera de nosotros. Según Nietzsche, “el hecho de ser humanos ya es bastante complicado como para no abrazar a nuestra oscuridad interna”. El investigador del tema del mal, Cereijido, sostiene que “todos tenemos experiencias propias, cotidianas, convincentes y abrumadoras en las que la "hijoputez" existe y sigue ganando a pulso su estatuto de infamia universal; la humanidad está llena de hijos de puta y el sufrimiento infligido por éstos es muchísimo más grave que los desconsuelos ocasionados por el cáncer, la lepra y el Alzheimer juntos”. Este científico asevera que el afán humano por dañar al prójimo va más allá de una conducta aprendida, pues responde a patrones biológicos genéticos. Yo agregaría que no hay que ser nacido de una puta para ser malo. Al menos, la madre de Hitler o la de Franco no ejercían el oficio más antiguo del mundo. Otros investigadores también han intentado entender el origen del mal: Zimbardo lo asocia en su Efecto Lucifer con procesos psicológicos, Bandura con la desconexión moral, Asch con la adaptación al grupo y Milgram con la obediencia ciega a la autoridad. En todo caso, el trabajo de estos y otros investigadores ayudan a entender atrocidades históricas como el holocausto, las cruzadas, el exterminio cátaro, el genocidio de Ruanda, la Conquista de América, el Ku Klux Klan, las violaciones masivas en Nanking, la masacre de MyLai, la escalada de violencia en la Venezuela actual o los crímenes de guerra cometidos por cuerpos militares en cada escenario de guerra antiguo o contemporáneo, por citar algunos casos.
Yo coloco el origen del mal directamente sobre la base del miedo, esa emoción que preside nuestra vida desde que nacemos hasta que morimos. Cuando concurren ciertos factores situacionales, los seres humanos actuamos de maneras que nunca hubiéramos imaginado, ni tampoco los que nos conocen mejor, y detrás de sucesos atroces por su crueldad, maldad y violencia, no siempre se encuentran personas trastornadas distintas a las demás. Muchos crueles nazis fueron modelos impecables dentro de su contexto familiar y social. Lo cierto es que las etiquetas y creencias deshumanizadoras alimentan la agresividad irracional hacia otras personas, sobre todo si se diluye la responsabilidad individual dentro del grupo que la auspicia y que confiere sentido de pertenencia al agresor. Los negros no tenían alma para los esclavistas, y al no considerarlos humanos, podían venderlos como cualquier otra propiedad, de acuerdo a la ley. En éste y todo escenario donde actúa la maldad, también juegan un papel importante la inconsciencia y la inacción del observador pasivo “inocente”, que agrava los hechos deleznables. El punto es que, al no reconocer el mal dentro de sí, la persona normal o buena tiene más probabilidades de actuar malignamente o de resultar arrastrada por las acciones e ideologías destructivas. Es decisión personal el atribuir el mal del ser humano a la naturaleza, a la creación divina o a la sociedad, pero está fuera de discusión que la dualidad bien/mal, sea cual sea su origen, late en cada quien y se expresará distintamente según las características, aprendizajes y decisiones del individuo, aún si es nacido de los mismos padres y educado en el mismo entorno del hermano cuya conducta adversa. Mi visión de la humanidad es pesimista, pues he conocido poquísimos seres humanos auténticamente buenos -como mi familia y contadas amistades- entre la masa mediocre carente de bondad inteligente, inclinada al egoísmo destructor, que vengo observando en cualquier lugar del mundo que he pisado desde que tengo memoria.
Una de las cuestiones incontestadas desde tiempos inmemoriales es el porqué del mal y el sufrimiento, si existe Dios y éste es bueno y todopoderoso. La falta de respuesta genera desde creyentes llenos de duda, culpa y miedo, que negocian con la divinidad, hasta agnósticos y ateos reacios al autoengaño, o de quienes razonan así: “¿Está Dios deseoso de prevenir el mal, pero no puede? Entonces no es todopoderoso. ¿Es capaz pero no lo desea? Entonces es malévolo”. En otras palabras, puede pensarse que, si Dios existe, dentro suyo coexisten (como en el ser humano) el bien y el mal. Claro, no faltan abogados de la divinidad que ven como bueno el sufrimiento, aunque sólo sea porque permite la libertad de elección; que aducen que lo creado no es el creador (y, por tanto, aceptan que la creación hecha por un ser perfecto pueda resultar imperfecta) o que definen el mal como la ausencia del bien, eufemismos y argumentos que nada dicen con querer decir mucho, tratando de colocarlo todo bajo la óptica del bien. La Panética, o estudio de la inflicción del sufrimiento, ubica el mal en el acto de tratar a una persona sin respetar los derechos intrínsecos de su humanidad, ya sea porque se la ve diferente, débil o amenazante, o porque el hacer el mal a otro sea muchas veces el medio más directo para la obtención de fines personales e institucionales. Pero el hombre no es la única causa del mal en esta vida, aunque siempre sea su víctima. ¿Qué hay con los desastres naturales, los accidentes, las enfermedades, la soledad, el silencio o la indiferencia de Dios, la pérdida, la escasez y cualquier otra causa de dolor o de sufrimiento no ocasionado por otra persona? ¿Acaso no son situaciones también consideradas como malas? Maturana y otros sostienen la tesis consoladora de que el amor es lo que sacará adelante al mundo. Pero la especie humana ha creado y sigue creando muchos mundos y dioses, pocos de ellos amorosos, por lo que dije antes: somos una especie contaminada por el miedo. Miedo que deriva en egoísmo, separación, ataque, defensa, escapismos, adicción al poder o al placer y mil otras violencias destructivas. Ninguna religión o líder ha traído el derrumbe del mal en nuestro planeta, al contrario. Todas las prédicas a favor del amor han sido usadas eventualmente por la Humanidad en contra de sí misma. La única filosofía que sigo en parte, el budismo, tiene asimismo un punto ciego: tampoco explica el origen del mal, y se limita a decir que si nos damos cuenta de que nos damos cuenta, y renunciamos a todo, el desapego terminará por sacarnos del sufrimiento y llevarnos a la iluminación. Pienso que eso es infinitamente deseable, pero luego de 1500 años sigue siéndolo, es decir, no ha pasado de utopía a realidad mundial, por lo que ni Buda ni su predecesor Jesús o cualquier otro han logrado erradicar el mal en nuestro pequeño planeta. Más no quiero que se confunda mi realismo con derrotismo, porque, a pesar de todo, yo apuesto a favor del bien común como reto personal, aun no siendo la elección de la mayoría. Por seguir el ejemplo de quienes amo y admiro. Y porque sé que la violencia engendra violencia, que de nada sirve convertirse en torturador de torturadores para luchar contra la tortura. Es fácil convertirse en torturador o en tirano. Basta con aliarse con el poder que manda, o con creerse dueño de la verdad y pensar que el opositor merece ser destruido porque está en contra de mi verdad, de mi dios, de mi voluntad o de mi conveniencia. Y así como creo que hay seres humanos que son presa fácil del fanatismo ideológico o de la crueldad irracional, y que muchos otros no actúan la maldad por miedo a las consecuencias y no por auténtico amor a la Humanidad, creo también que hay unos pocos en quienes la bondad del amor habla más fuerte que la maldad y el egoísmo nacidos del miedo. Y ahí está el quid: ¿por qué unos tienden menos al miedo y más al amor que otros? Lo que no siempre es determinado por sus circunstancias de vida desde la niñez. Y en cualquier caso, si el amor es la panacea, por qué no se ha implantado como norma de vida mundial, al paso del tiempo? La biología y la medicina son ciencias relativamente nuevas, que no se bastan para explicar temas que los enfoques morales de alto vuelo siguen sin aclarar, como este del origen del mal. Desde la psicología profunda, Freud, Jung y Fromm formulan sus hipótesis comenzando respectivamente por el instinto de la muerte, el lado oscuro (genético o aprendido) de la personalidad y el síndrome de la descomposición. Destacan también los aportes de Lifton, Norris, Arendt, Becker, Goldberg y Peck, éste último por su énfasis en el mal grupal, importante por cuanto amenaza más a la supervivencia que el mal individual, y porque cuestiona el sentido mismo de la necesidad de que existamos. Según Jung "es un hecho notorio que la moralidad de la sociedad como totalidad está en razón inversa a su tamaño; porque mientras mayor es el número de personas, más se borran los factores individuales, y con ellos la moralidad y la libertad que ésta requiere y que descansan enteramente en el individuo". Katz ve como imperativa que dispongamos de una construcción mental socialmente compartida y reforzada, que priorice valores en la mayoría, es decir, está a favor de alienar positivamente a la sociedad por el bien común. Mientras unos teorizan y otros actúan según su conciencia, su formación o su instinto, es obvio que la alienación consumista negativa -que separa y excluye a muchos- puede más que la positiva, a la hora de  hacer que nuestra pobre humanidad avance teñida en su propia sangre. De ahí este artículo, que busca aclarar hipocresías, despertar conciencias y hacerme sentir útil en medio de un mundo caótico.
Considero que el problema del cómo un sujeto común y corriente se transforma en ruin depredador de otros, debe abordarse estudiando su genética particular, pero también relacionándolo con su grupo y contexto, incluyendo en tal análisis el narcisismo grupal y el encubrimiento, el desdoblamiento conductual, la autoanestesia emocional del delincuente, la flojera de pensar y razonar que ata a viejos esquemas, la falta de autoconocimiento, la propensión al sadismo, el resentimiento, entre otras variables. Generalmente se unen dos o más de estos factores para impulsar a un ser humano a perjudicar a otro, tal como se suman las creencias, los aprendizajes fallidos y las carencias, cuando se daña a sí mismo. Una destacada filósofa contemporánea, Hanna Arendt, asocia el mal radical, el más destructivo, con la banalidad que caracteriza al ser humano que no es capaz de pensar acerca de la consecuencia de sus actos, o que se rehúsa a  profundizar en ello. Esa "banalización" hace de la persona común y corriente el peor gestor de la maldad. Desde una óptica más positiva, varios investigadores del tema ya han aislado elementos regenerativos de empatía y valoración en la persona, sanando con ellos tendencias malignas en muchos sociópatas con traumas infantiles de maltrato y vejación. Entre dichas investigaciones, me gustan estas palabras de Miller: “Hasta ahora sólo he descubierto la bestialidad extrema en el reino de lo humano. Y no puedo renunciar a esta indagación sobre la maldad humana si no quiero convertirme en instrumento de la crueldad, es decir, en otro portador y transmisor desprevenido. Si volvemos la espalda a cuanto nos resulta incomprensible y lo calificamos indignados de 'inhumano', nunca sabremos nada sobre su naturaleza y seguiremos apoyando al mal con ingenuidad e inocencia." Miller también dice: “Todos los días producimos más maldad y con ésta, un océano de sufrimiento inevitable para millones de personas. Cuando algún día la incitación infantil a la violencia sea eliminada, se pondrá fin a la producción del mal”. Este se puede personalizar como Satanás, Baal o Madonna, poniéndolo fuera de mí y de ti, o verlo como hace Miller, como otro misterio de la vida, y esforzarse por comprenderlo para combatirlo con efectividad, lo cual sería más honesto, útil e interesante. En conclusión, creo que el mal es una condición que, tanto si es genética como aprendida, o ambas, afecta nuestra naturaleza humana y el modo como tamizamos los sucesos del mundo y reaccionamos ante ellos. Y que la razón no puede explicar por qué incluso el bien genera el mal. Yo he sufrido maltrato injustificado de personas a quienes solamente hice el bien y quise bien. Si no he tomado represalias es porque, en mi caso, resulta más práctico y gratificante optar por la no violencia, que perder paz y energía actuando como depredador de mi vida o de esas otras vidas. Además, así disfruto de una imagen personal más favorecedora y provechosa ante mí mismo y ante los demás, que adoptando el perfil del malo vengativo. Y con esa visión de la vida, mientras pueda, seguiré eligiendo con quien estar, seguiré actuando la bondad equitativa, seguiré apostando en el juego de la vida a favor del amor, sin olvidar al Mr. Hyde que llevo dentro.



44 comentarios:

  1. En lo personal separaría los conceptos de dolor y mal, así como también separaría el mal fáctico, por llamarlo de alguna manera, de la mala voluntad o malevolencia. El concepto de panética me es ajeno, me gustaría saber de dónde sale. Las perspectivas filosófica, biológica - si es que existe alguna - y psicológica abordan el problema de maneras diferentes y hasta se podría decir que abordan distintos problemas. Yo escribiría una serie de artículos diferentes y por favor, agranda la letra para quienes ya no somos tan jóvenes...

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    1. Gracias Arturo por abrir con el tuyo este panel de comentarios. Te recuerdo que MAL es un término genérico, que a los fines del artículo también engloba el dolor y el sufrimiento, sean productos de la voluntad humana o divina, o debidos a cualquier otra causa. Entiendo tu inquietud en cuanto a separar cada término en un compartimiento bien diferenciado, para luego tratarlo como un problema per se, abordándolo desde diferentes perspectivas y ciencias, y presentando todo ello en letra más grande por cuanto más legible... pero ello excede el propósito y dimensiones de un breve artículo de blog, sin otra pretensión que la de inspirar al lector reflexiones, nuevos puntos de vista y deseos de investigar más sobre el tema, para eventualmente compartirlo a su estilo, ganando en conciencia y autoconocimiento con todo ello. En cuanto al término PANETICA es poco conocido, así que lo aclaro en beneficio tuyo y de otros lectores: En 1988 R.G.S. Siu publicó un trabajo titulado PANETICS, The Study of the Infliction of Suffering (LA PANETICA, El Estudio de la Inflicción del Sufrimiento). La palabra `panetics´ viene de paneti, que significa infligir en idioma Pali, el mismo dialecto del canon completo del Buda Compasivo (siglo V a.c.). Siu considera a Buda el primer paneticista, ya que sus enseñanzas tratan sobre el sufrimiento y su paliación. Recibe un cordial saludo y de nuevo gracias por tu aporte.

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  2. Magnifico.. Ponderado.. Formidable.. no es por adular,no obstante,todo lo que el Sr. Gustavo señala en su contexto.. es lo mismo que yo pienso,lo mismo que he vivido y sentido,y apuesto que muchas personas mas pasan por ello con el simple hecho de estar vivos... como sabemos,el problema principal es la inconsciencia... y la incertidumbre que desarrollan los seres humanos.. en fin, podría citar a grandes mentes ..Albert Eistein.. Dante Alighieri.. Isaac Newton.. uhh,brillantes pensadores y leyendas... sin embargo,este es un gran tema y muy delicado,que parece indestructible... después de examinar teorías religiosas, científicas, después de estudiar la misma realidad,y hasta a los sueños mismos que forman a o parte de la realidad..,personalmente... lamento decir que YO.. soy un convencido de que la sobre-población podría ser o es el problema de este descontrol.. de este ciclo de un Caos incesable... esa seria la solución a la sublevación de la inconsciencia,aunque hubiese gente inconsciente,serian menos no?...jajá!..,
    bueno... creo que es incoherente de mi parte decir eso.. verdad...?, es decir,estoy diciendo que hay que matar un poco de gente,o que muchos merecen o deben morir...
    aunque,en cierta perspectiva eso es cierto,ilustrar esta moción aparenta falta de escrúpulos en mi persona... ergo,el mundo se viene sobre mi... y pues,yo no se,pero por eso... casi nunca hago comentarios públicos... porque se que van a entender,pero no van a comprender... ni aunque uno les explique con simplicidad o con lujo de detalles... luego terminan nombrándome loco...., ok, tal vez logren razonar,pero esa moción mía,de hacer algo respecto a la sobre-población,va en contra de la vida y todo eso de sus derechos.. etc,verdad? llega al punto que nadie va a poder "reproducirse" hasta cierta edad... así que... como sea,solo soy un loco humano ignorante y creo que este mundo ya no es del ser humano,sino,del hombre o la mujer... asi que.. prefiero quedarme en MI mundo,que según yo,es el de las "caricaturas" desde que tengo memoria hago dibujos y dibujos y mas dibujos... es mas,mi memoria es un dibujo (broma) ..en fin,me gusto mucho el articulo que publico Sr. Gustav Löbig.. su lenguaje,las citas de vuestros personajes REALES,todo "El mal sin duda es innegable y atractivo." ..quien lanzara la primera piedra?.... ;)

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    1. Apreciado comentarista, he disfrutado leyendo tu aporte e imagino que también sería un verdadero placer poder disfrutar de tus dibujos, dando por descontado su originalidad, así que envíame alguno a soyotuel@hotmail.com . Este es un blog de libre expresión, la cual apoyo en tanto no dañe a terceros, como defiendo al resto de los derechos humanos, incluyendo el principal de todos, el derecho a la vida. Pero ésta, para ser dignamente experimentada, ha de contar desde que comienza con un cierto nivel de abastecimiento que permita el crecimiento y la felicidad de su portador. Por ende, concuerdo con quienes ven en el crecimiento desmedido de la humanidad un problema común, que daña a toda la especie y que también afecta negativamente al planeta. Cada vez que veo a una persona de muy bajos recursos rodeada de hijos pasando hambre y destinados a engrosar la masa delincuente y el sufrimiento social, me pregunto: ¿en qué estaría pensando este ser a la hora de tener sexo y procrear, sin estar en capacidad de garantizar un buen futuro a su prole? Y luego me contesto: Claro, es que no lo pensó! Porque de que hay gente no pensante, más allá del tema de la reproducción, la hay. Yo también dudo a veces que nuestra especie merezca íntegramente el calificativo de "racional". Que lo diga la historia humana y el estado actual del planeta. Espero volver a verte por aquí. Sigue dibujando y compartiendo, y si te arrojan piedras, caricaturiza el hecho jeje. Es inteligente restar drama a la experiencia vital, para su real aprovechamiento. Un cordial saludo.

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  3. Buen artículo, buen blog y notables dibujos

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    1. Gracias Teódulo por tu apreciada valoración. Bienvenido al blog de todos!

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  4. Mil gracias Gustavo, le has dado valor y contenido a la red, me hiciste regresar a los tiempos de la Universidad donde la admiración por ciertos profesores me inspiraban a querer saber más, ahora por medio de estas redes digitales, tenemos contacto directo con ustedes los autores! :) Creo que me echaré una paseadita por este blog!

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  5. Gracias a tí Johans, por tu apreciado comentario a quien será siempre un estudiante, me animas a seguir compartiendo virtual y directamente lo que creo y tengo, en pro de un mundo mejor para todos! Un abrazo y siempre bienvenido a este tu blog.

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  6. Felicidades por esta entrada tan interesante. El problema del mal es muy complejo. Lo que parece inevitable es que tenemos que aprender a convivir con él. El mal es consustancial al ser humano, es decir, a la libertad. Más difícil es hacer compatibles compatibles el mal y Dios. Pero ese problema se resuelve eliminando a Dios de la ecuación. Seguramente una de las causaa fundamentales del mal social es la desigualdad. Cuanta más igualdad y progreso más bienestar colectivo.

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    1. Gracias por tu comentario, Roberto. Tal como dices, hay que aceptar la realidad de nuestra convivencia con el mal, para luego tratar de minimizarlo eliminando causas como la desigualdad que el ser humano inventa contra el ser humano. Mi teoría es que quien hace o se hace el mal, actúa así porque no es feliz. Y lógicamente, a mayor felicidad individual, mayor bienestar colectivo. Un cordial saludo!

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  7. WAAOOOO, tremendo artículo lo tuve que leer varias veces por que se le puede sacar mucho.A mi el mal me da miedo por eso lo ignoro y me alejo cuando sale pero cuando se me sale lo malo entonces es el problema.Yo no se si nacemos con el malo dentro o lo aprendemos de grandes pero lo que se es que tu conclusion tambien es la mia.Lo voy a llevar a mi clase de etica a ver que tal que les parece, gracias.

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    1. Realmente valoro tu respuesta fresca y juvenil, Amish. Será grato que mi texto sea analizado en tu clase y sirva de algo para cualquier persona, de cualquier edad o status, que haya experimentado el mal y quiera aproximarse a la teoría que facilita su mejor comprensión y eventual erradicación de nuestra cotidianidad. Mi artículo sirve a esa aproximación teórica como un breve esbozo, existen fuentes mucho más autorizadas que abundan sobre el tema, algunos de cuyos autores están citados en el texto. Pero la mejor guía para elegir entre hacer el mal o no, es la propia experiencia. De eso se trata la vida y la evolución humana. Gracias por tus comentarios en los blogs donde participo (LOBIGUS y RAGUNIANO. Un saludo!

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  8. Me gustó mucho el artículo, sobre todo por las referencias a tantos pensadores que se han tomado el tiempo de tratar este tema tan ambiguo e infinito.

    Saludos!
    @Triego

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  9. Diego, entre esos pensadores que dedican tiempo al infinito mientras hacen aportes concretos, también estás tú, y por eso te doy las gracias. Un saludo desde Caracas.

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  10. ¡Qué tema! Primero, el mal, como el bien, ¿no están en la naturaleza de la cual formamos parte. Como opuestos complementarios que se manifiestan espontáneamente y que, sin la intervención humana, tienden a sintetizarse en el curso del cosmos, en los cambios de la tierra y de la vida?. - El hombre, primera complicación, con su tendencia discriminatoria, que la vemos florecer por doquier, adonde volvamos la vista. - Otra complicación, la tendencia a vivir en sociedad. En sociedad se multiplican la discriminación y el egoísmo, se manifiesta la necesidad de competir, y con la competencia la tendencia a disminuir al rival o, si es el caso, eliminarlo. ¿Para qué decir si la competencia es por el poder económico?- Y luego, otro elemento perturbador, relacionado con el anterior, la institucionalización, la tendencia a hacer de las ideas, de los movimientos -incluso religiosos, filosóficos o artísticos-, de la educación, de la espiritualidad, de la búsqueda de lo divino, instituciones que encasillan al hombre y le ponen anteojeras y lo invitan a disputar con sus semejantes. ¡Cuánto conflicto violento, cuánto derramamiento de sangre, por culpa de las instituciones que manipulan al hombre! Entonces surge la competencia, el egoísmo está en su salsa, aparecen los muros, los límites. - Las instituciones generan normas, que o reducen el mal a lo normativo o lo extienden a lo que no es propiamente mal. Confusión adicional. Por lo demás, ¿cómo no recordar a Pablo de Tarso y las palabras que el dedicara al efecto psicológico de la Ley, o de las normas en general? Confusión y conflicto. Violencia en el que aplica la norma, con frecuencia por él mismo definida, como ocurre con el estado. Violencia en el destinatario de una sanción, con frecuencia estúpida y contra la naturaleza. - ¡La institución aliada con el poder, que cúmulo de males! ¡La institución aliada con la ética, que hipocresía! - La familia es también una institución, que aprende para mal del resto de la institucionalidad. - En cuanto a Dios, cómo no recordar a los gnósticos, que lo situaban muy lejos, sólo disponible para la redención, mientras atribuían la creación a un demiurgo un tanto torpe y egoísta, que ordenaba matanzas (v. libro de Josué, por ejemplo) y exigía y aceptaba gozoso el humo de los sacrificios, humanos incluso. - ¿Cómo no tender a pensar, como los taoístas, que el mejor camino para el hombre es el un poco quietista y un poco ni nihilista 'no hacer' y 'no pensar' y 'no hablar' sino lo estrictamente consonante con el orden del Tao. - Te agradezco, Gustavo, la oportunidad de emitir mi opinión, claro que rápida y no demasiado meditada. - Aprovecho para invitarte a que te suscribas a mi blog. Yo ya he hecho lo mismo con el tuyo, aunque aparezco 'sin alias conocido' con una foto en que me veo rejuvenecido un par de años y despersonalizado, pues ese no soy yo. Con los suscriptores se hace más fácil el intercambio de opiniones y experiencias. Saludos. Felicidades.

    P.S. Otra reflexión: ¡Con todo ello, poder ser felices, qué milagro y qué deseos de abrazar a todo el mundo y de agradecer!
    En los

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    1. Lino, me honra que alguien con tu elevado y polifacético acervo cultural, exquisito gusto y capacidad de análisis, que cualquiera puede apreciar en el enlace TODO EL ORO DEL MUNDO, se haya interesado en mi artículo y dejado un comentario que, viniendo de tí, necesariamente enriquece y complementa el texto de manera cabal. Lo que quedó por decir en el artículo, lo añadiste justamente. Y tu reflexión final pone a pensar que el sentir gratitud, a pesar de la maldad, la oscuridad, el miedo y la inconsciencia, es -tanto o más que la razón- el don que permitirá a la Humanidad redimirse a sí misma, ese ansiado camino de unión y de fraternidad que nos llevará al Omega chardiniano, para el cual nuestro aporte también contará. Un gran abrazo y hasta siempre!

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  11. Querido Gustavo, he estudiado detenidamente tu escrito en el que veo que abordas un tema muy interesante, como es el comportamiento social del ser humano y además lo realizas en una manera muy amplia, aunque centrado principalmente en encontrar las razones de la maldad, e incluso contemplando si produce placer el generar sufrimiento a los demás.
    No soy muy experto en temas sociales, salvo el contar con la ya larga experiencia de vivir, disfrutar y como no padecer, las consecuencias de la gran sociedad de la cual formo parte en unión de mi familia. Por lo tanto vamos allá:
    Decía Platón "Nadie es voluntariamente malo; el malvado llega a serlo por algún hábito vicioso del cuerpo ó por una crianza estúpida; y estos son infortunios que le sobrevienen al hombre sin que él los escoja". Como podemos comprobar, Rousseau no estuvo solo, al menos tuvo un amigo que vivió 18 siglos antes que el.
    Sabes que admiro mucho al ginebrino "El hombre es naturalmente bueno, es la sociedad la que lo corrompe".
    Un hombre de nuestro tiempo, al que los dos admiramos, nos enseño: "El ser humano cuenta internamente con dos potencialidades; según su propia decisión y no tanto por sus condicionantes, éste puede llegar a convertirse en un cerdo o en un santo; todo depende de cual de las dos potencialidades decida desarrollar".
    Tras estas frases iniciales, te diría que estoy de acuerdo contigo y con tu artículo, has definido perfectamente al hombre de nuestras sociedades y de nuestro tiempo. Analicemos ahora las razones: Para mi, han fracasado estrepitosamente las clases dirigentes y con ello han arrastrado a las masas sociales al caos más absoluto. A las elites les correspondía la ejemplaridad y a las masas la docilidad o obediencia; pero, ¿Qué ocurre cuando se desvirtuan la Formación y los Principios en las elites y se convierten en víctimas de los vicios y las codicias?; pues que todo se derrumba como así ha sido.
    En la sociedad común, existen para mi dos grandes peligros, los miedos y las fantasias y cuando el ser humano no es capaz de controlarlos, sencillamente pierde la seguridad y se crean en él las debilidades que le originan el fomento de sus mayores defectos: la vanidad, el orgullo, la rivalidad, la envidia y a partir de ahí, los odios hacia todos los que les rodean para convierlos en los culpables de todos sus males.
    Y es bajo esa situación, cuando se producen todas las condiciones que tan bien tu describes.
    Para terminar, quiero hacerlo con una reflexión de Samuel Johnson que se encuentra entre mis favoritas: "La fuente de la alegría debe brotar en la mente, y quienes conozcan tan poco la naturaleza humana como para buscar la Felicidad en cualquier otra cosa que no sea su propia disposición, mal gastaran su vida en esfuerzos, y multiplicaran las aflicciones que se propone suprimir". Espero que estas aportaciones sean de utilidad para tu blog y sus lectores, entre los cuales tengo el placer de encontrarme. Un fuerte abrazo.

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    1. Josevi, en verdad me ha conmovido tu comentario, porque sé cuanto mérito y sufrimiento debe conocer un alma antes de poder expresarse con la clara comprensión que tú demuestras tener. Johnson habló por nosotros y los demás lectores del blog y de la vida, no cabe duda. Agradezco que ya sumes tu invalorable aporte al mío y al de los demás comentaristas y lectores, buscando hacer de éste un mundo mejor para todos, así como el estímulo que nos da el saber que gente tan valiosa está remando en nuestra misma barca, y en la misma dirección. Un gran abrazo!

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  12. Gracias a ti Gustavo.
    Crecí como todos aprendiendo de los hombres, pero llegó un momento que no llenaban mis inquietudes, los vi perdidos y sus acciones me resultaban faltas de sentido, muchas veces decepcionantes.
    Fue entonces cuando cambie de Maestros y comence a aprender de los Maestros muertos y creeme... se me hizo de día y encontré la seguridad y el sentido que mi vida necesitaba y estaba demandando.
    Ahora lucho contra mi enfermedad y confio en Dios, para que me permita las fuerzas y el tiempo necesarío para transmitir a los hombres estos conocimientos que los pongan en la senda de la verdad y el sentido; y para que si ellos lo desean, puedan encontrar en ellos alternativas de esperanza.
    Un abrazo buen amigo y conservate bueno.

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  13. Gracias buen amigo. Tu deseo de dar sentido y esperanza a otros te honra. Validar la obra de los Maestros que han buscado lo mismo que tú, les mantiene vivos. Sigue sumando tu luz a la tarea conjunta a favor del bien común, al que cada buena voluntad visualiza y alimenta a su manera. En un par de semanas, y con ese mismo propósito, publicaré el que considero el mejor artículo que he pergeñado hasta hoy, que tratará sobre la CONCIENCIA. Es un trabajo de investigación y de reflexión bastante arduo y que indudablemente será útil. Consérvate bueno, crea y siente tu propia paz, porque la Vida te necesita y te merece. Un abrazo desde Venezuela!

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  14. Complicado asunto y del que, me temo, no podremos sacar más provecho ni otra conclusión que el inmenso placer de la dialéctica, que no es poco… Creo que todo lo que distingue al hombre del resto de las criaturas debe contemplarse siempre desde el prisma de aquello que constituye la base de su naturaleza, de lo que le convierte en un ser social, espiritual, emocional, individual… y que no es otra cosa que el hecho de ser un animal racional. La capacidad de razonar le hace consciente y la conciencia le coloca en una posición única y exclusiva que ningún otro congénere podrá ocupar. Pero esta sobrevalorada capacidad para razonar es tan sólo el resultado de una evolución sin la cual nuestra especie, por la debilidad de sus instintos y de su constitución física, no habría conseguido sobrevivir ni adaptarse a los distintos accidentes y vicisitudes de su paso por el mundo. Así como la “Naturaleza” le dio uñas al gato para defenderse, le concedió al hombre el uso de una razón que supliera todas sus carencias; pero el gato no desarrolló sus garras con la secreta intención de dominar el mundo, las deja crecer lo justo y necesario y se las lima con premura pues sabe, sin tan siquiera cuestionárselo, que si crecieran demasiado, lejos de ser una amenaza para otros seres, entorpecerían su propia existencia y acabaría clavándoselas él mismo. El hombre, en cambio, “abusó” de la razón que le había sido dada, la llevó mucho más allá de sus necesidades, tan lejos que pronto tuvo que inventar otras y luego otras y todas las superaba aun antes de haberlas satisfecho. No en vano, el pensamiento que dio origen a las religiones orientales pone el centro de todo mal en el deseo. En el edificio construido con todas las falsas necesidades que dan forma a nuestra vida residen el egoísmo, la envidia, la posesión, la frustración, el odio… los ingredientes, en definitiva, de cualquiera de las formas que puede tener la maldad humana. Y no importa que Epicuro, hace más de dos mil años, diera gracias a la Naturaleza por hacer las cosas necesarias asequibles y las inasequibles no necesarias, porque hoy, tanto progreso y tanta evolución después (tantas metas volantes después), no sabemos ni siquiera qué es realmente lo necesario, cuál es la meta final.

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    1. He leído detenidamente tu comentario, querido amigo, que no sólo me ha permitido echar un vistazo más funcional y realista a nuestra especie, ahondar en el tema del artículo, ver las dimensiones que el hombre ha adjudicado al dios Necesidad y a su culto desenfrenado, sino también ratificar el porqué te considero el único verdadero escritor que tengo el placer de tratar con frecuencia y pleno provecho. Epicuro seguramente objetaría el consumismo moderno por absurdo y destructivo, de poder compararlo con el de la antigua Hélade, y sonreiría con desgana al ver lo que el mundo ha ganado con el mal llamado progreso y con admiración ante los logros de esa razón que, sin duda, ha procurado ciencia y tecnología, pero no verdaderos caminos hacia la felicidad mundial ni explicaciones trascendentes. En todo caso, la minoría que -como tú y yo- maneja opciones y metas claras, y vive la cotidianidad haciendo su parte lo mejor que sabe y puede, sigue esperando que termine de vaciarse de distractores y tentaciones la Caja de Pandora, para que finalmente salga y se extienda la Esperanza sobre el planeta, con un vuelo dispensador de soluciones reales y efectivas. Un fuerte abrazo!

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  15. Gustavo Löbig,lo felicito por este magnifico articulo.
    La maldad es inherente porque vivimos en una sociedad miedosa acomplejada y competitiva.
    Maldad y miedo es un cóctel peligroso ya que no genera armonía individual y social,lo ha definido muy bien en los ejemplos de los hechos históricos.

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    1. Gracias apreciado Fra, por difundir este texto en tu blog, sumándote a iniciativas semejantes que también valoro y aprovecho para agradecer junto con la tuya. Tu símil de mezclar maldad y miedo como un cóctel peligroso ilustra muy bien el artículo, y sugiere que, así como el fuego se extingue al eliminar uno de sus tres componentes (material combustible, oxígeno o temperatura), también podemos suponer que la maldad se combatiría con resultados satisfactorios, si cada quien trabaja minimizando el miedo en su entorno y dentro de sí. Porque esa es la moraleja del artículo. Un abrazo merecido!

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  16. Extraordinario artículo Gustavo, luego de los comentarios que acabo de leer no me atrevo a hacer el mio, pero admito que he abierto los ojos y me reconforta la calidad de ellos.
    Lástima que en ves de combatir el mal lo sigamos alimentando.
    Te dejo un abrazo desde Argentina.

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  17. Gracias sinceras Moli, tu aporte es valioso y apreciado por mí en gran medida. La dualidad está presente en cada quien, como dos cachorros potencialmente grandes y fuertes, uno manso, inteligente y fiel protector de la casa del dueño (el planeta y su gente), el otro depredador y destructivo. Crecerá y dominará aquel que más alimentemos. Un abrazote!

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  18. Saludos Gustavo. Después de días que me dejaste el comentario en mi blog, finalmente puedo entrar al tuyo y leer algunos posts. Este está muy bueno e interesante. Muchas gracias por tus buenas observaciones en el mío. Espero nos leamos de ahora en adelante :-)

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    1. Gracias Vanessa. Aprecio que hayas deseado buscar mi blog y leerlo, pues como dejé dicho en el tuyo, también opino favorablemente sobre su calidad, sensibilidad y beneficio al lector. Sin duda seguiremos leyéndonos, con placer y provecho mutuo. Abrazo!

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  19. gustavo
    muchísimo se puede hablar, discurrir y leer sobre el tema
    es valioso lo que has expuesto, dado que da varias opiniones,desde vos y desde otros autores

    es complejo admitir desde la génesis la existencia del bien y el mal como dos enemigos en batalla

    creo que basta hechar un mirada a la historia de la humanidad y descubrir los origenes de las ambiciones de poder, sea por los motivos que fueren,las matanzas dadas ancestralmente que llegan a nuestros días...y la pretención que el resto de los pueblos sean corderitos sumisos...
    se nace vírgen
    luego las condiciones las influencias y las perveciones humanas, combinan genes y aparecen los rasgos impredescibles o si..que no permiten una paz sustentable
    los poderes amigos, son los que buscan este estado de miedo y violencia, así la sociedades se duelen se aniquilan y ellos creen tener vía libre a sus estrategias,pero llegará el día que ni el planeta sustentará tanta indiferencia...
    depende de quienes luchamos por ser dignos

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  20. Valoro el contenido de esperanza en tu apreciado comentario, Mabel. Ya el planeta y la misma humanidad que él sustenta, están reaccionando contra toda esa población inconsciente que, cegada por sus falsas creencias y su adicción al placer, al dinero o al poder, pretende seguir imponíendo su egoísmo en contra el bien común. Los corderitos despiertan, crecen, y se rebelan contra el matarife, mientras asumen la responsabilidad que toca hacer a cada uno por construir una vida mejor y más auténtica para sí y para los demás. Ese es el propósito de este blog, de sus comentaristas y de muchas otras iniciativas que ya están siendo factor de cambio para el bien común. Un abrazo desde Venezuela!

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  21. Hola Gustavo:

    Comparto tus reflexiones sobre la hijoputez y la maldad.

    Hace unas semanas en mi blog hablaba de los psicópatas, y de la percepción, errónea, que tenemos la mayoría de los mortales sobre ellos, pensando que sólo existen en las películas y en las cárceles.

    Los psicópatas han evolucionado y lo que quieren es poder. Por eso los vemos muchas veces como políticos, ejecutivos y directivos, sitios donde pueden tener poder y donde la absoluta falta de sentimiento que demuestran pasan desapercibidos, incluso a veces justificados, como "política de empresa".

    Un saludo y gracias por pasarte por mi blog. Enhorabuena por la entrada. Me ha gustado

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    1. Gracias a tí Ana, por tu comentario aquí y por el aporte y la calidad de tu blog, que estoy seguro confirmas con tu acción cotidiana. Siempre he creído que muchos líderes y poderosos, viciados de poder, están organizados en una especie de "mafia del mal", para que se mantenga el estado de cosas que lamentamos y sufrimos la mayor parte de la población mundial. De ahí el valor que tiene el poder darse cuenta de ello y actuar a favor del bien común. Yo creo en el individuo que lo hace y que tú y yo representamos. No importa que nuestro alcance no exceda el metro cuadrado que pisamos, nadie puede exigirnos más -ni tampoco menos- que obrar de acuerdo a nuestra conciencia y no a favor de una política empresarial o mundial que a todas luces está equivocada, como lo demuestra el estado actual del mundo y de la humanidad. Un abrazo fraterno y bienvenida al blog. Nos seguimos leyendo!

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  22. Mi querido amigo, te felicito por el excelente análisis que haces de un tema tan profundo y al cual muchos grandes pensadores le han dedicado años de estudio. Esta recopilación, junto a tu reflexión, es el compendio de todas las aristas, visibles o no, de esa entidad que vive con nosotros: el mal.

    Particularmente pienso que tanto la bondad como la maldad, así como lo bueno o malo, son etiquetas para describir comportamientos que, según las creencias con las que se crezca, ayudan a juzgar al individuo o a una situación. La dualidad bien/ mal forman parte de nuestra naturaleza humana, y para lo que algunos es bueno para otros es malo. Por poner un ejemplo, alguien muy religioso verá con recelo a un “falto de fe” como una persona desprovista de toque de divinidad, por ende “malo” ante sus ojos. Por otra parte, si analizamos el comportamiento de un niño cuando juega con otros podremos evidenciar como en ocasiones pueden producirse peleas entre ellos por sus juguetes, inclusive pueden llegar a agredirse ¿Podría decirse que esa violencia es innata? Cuando crecemos tenemos pensamientos que en teoría serían “malos”: cuando sentimos envidia por otra persona, cuando deseamos la muerte de alguien, o cuando sentimos ese “fresquito” al ver al oponente o enemigo desvalido o derrotado. Entonces, ¿Somos también malos por el sólo hecho de tener este tipo de pensamientos? La gran diferencia entre el niño y el adulto es que el primero manifiesta su rabia, el segundo la gestiona racionalmente. También pueden presentarse situaciones de maldad ejecutados por personas que no son conscientes de sus actos, ya sea por alguna enfermedad mental o porque simplemente actúan considerando que lo que hacen es esencialmente bueno. Entonces, ¿un acto inconsciente de maldad hace una persona “mala”? Todo esto me lleva a sacar una conclusión sobre el tema: es interesante indagar sobre el verdadero origen de esta dualidad humana, ya muchos filósofos, científicos y estudiosos del comportamiento humano lo han hecho; pero a mi juicio la verdadera maldad es aquella que se manifiesta conscientemente ocasionando daño a otros física o emocionalmente, así no más. Pero el mal es más que eso, es parte de nuestra esencia, forma parte de nuestro diseño humano, y está en nosotros aprender a canalizarlo haciendo uso de la inteligencia buscando el equilibro con el bien. Como verás, me he permitido diferenciar sutilmente la maldad y el mal.

    Un gran abrazo, y espero impaciente disfrutar tu próximo artículo sobre la conciencia.
    Rafael Baralt

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    1. Gracias por tu aporte, Rafael. Tienes razón al decir que la maldad siempre tiene detrás suyo una voluntad que busca dañar a otro o a sí mismo. El mal que nos sucede, en cambio, no siempre obedece a la voluntad humana. La maldad es una condición negativa relativa (atribuida a nuestra especie o a la divinidad) que indica la ausencia de moral, bondad, caridad o amor, y que en el caso del hombre actúa con astucia para conseguir los propios fines en perjuicio de otro. Yo sostengo que cuando la conciencia humana está dotada de suficiente conocimiento, fuerza y felicidad, no puede hacer voluntariamente el mal. Por ello creo -como la mayoría de los filósofos- que la maldad del hombre proviene de la ignorancia, causa a la que añado las del miedo, la voluntad débil y el propio sufrimiento, que empuja a dañar al otro por envidia, resentimiento o venganza. En cuanto al mal, no puedo afirmar categóricamente como tú que forma parte de la esencia humana. Por eso este artículo asoma la posibilidad de que sea aprendido sobre la base del miedo. Y lo digo pues he tenido el privilegio de conocer a personas (contadísimas,es cierto) que durante el tiempo de vida que compartieron conmigo y con otros no manifestaron maldad bajo ningún aspecto o circunstancia, y de quienes todos siempre hablaban a favor. ¿Acaso nacieron desprovistas de esa "esencia maligna", acaso carecieron del miedo suficiente como para poder vivir siendo tan buenas, sin dejar por ello de ser humanas? Yo honestamente no lo sé, pero me alegra que personas de ese tipo también nazcan y que yo haya sido uno de los afortunados que recibieron ejemplo de ellas. Porque, gracias a su ejemplo y trato, yo me convertí en un hombre mejor y elegí quedarme en este mundo para contribuir a que otros también mejorasen en calidad de vida y de conciencia. Y en verdad deseo que todos encuentren a un "justo" durante su camino de vida. Un abrazo!

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  23. Excelente el post y muy bueno su blog señor Gustavo, lo seguiré a partir de hoy. Saludos desde Colombia!

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    1. Agradezco tu interés por mi blog, así como el que dediques tu tiempo a difundir información que beneficia a muchos. Eso nos coloca en el mismo bando, el del bien común, y que lo hagas desde Colombia, país que admiro, me satisface particularmente. Un abrazo.

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  24. Comento tu artículo conforme avanzo en su lectura:

    El miedo domina el presente de esta civilización titeretada; los titiriteros lo utilizan para conseguir más dinero y con él, poder.
    El miedo genera ira y esta todo lo demás que vivimos a diario, incluidos los escapes estúpidos como la moda y las celebraciones de todo y por todo.
    El miedo es el origen de toda la violencia.
    Lo normal es lo común por ende, esta civilización arreada cree que todo lo "anormal" debe ser exterminado de alguna forma.
    Lamentablemente, a esta humanidad, el deseo le viene de la comparación a nivel básico, es decir, insatisfacción de necesidades que se transforma en celos y no en envidia (que, bien llevada, permite obtener lo mismo sin dañar a otros… no es un sentimiento totalmente negativo).
    Los que infligen sufrimiento lo hacen porque creen que están aquí para sufrir y por ello hacen sufrir (todos somos uno: nosotros somos los otros, vivimos en ellos y ellos en nosotros). El sufrimiento es voluntario, pero se mal hereda, creyéndolo parte esencial de la vida como humanos… torpe enfoque pero común y por ello normal.

    El mal existe para que exista el bien tal como el vacío existe para que pueda existir la materia (tenga un lugar dónde Ser), igual que la luz, existe la oscuridad para poderla ver.
    Dios existe pero no en la parcializada y monótona concepción eclesiástica… basta decir que Dios somos nosotros y si nos tratásemos como dioses, viviríamos en armonía… pero ¿qué es ser un dios? Nada cercano al Olimpo ni a lo mundano, en absoluto.
    Dios no se puede entender ni explicar con la lógica humana (invento del Ego que nos tiene encadenados al sufrimiento mundano).

    Todo lo que clasificamos como malo simplemente ES tal como lo que clasificamos como bueno. No existe lo malo ni lo bueno, la verdad ni la mentira, no existe el tiempo (ni pasado ni futuro). Cuando aceptemos que todo ES, nuestro entendimiento se liberará del Ego que trata de hacernos rebuscar respuestas y entenderemos que no hay qué entender.

    Sobre el budismo, no debemos esperar que ninguna filosofía o movimiento "positivo" erradique lo que está alrededor. Todo lo que nos rodea es una ilusión, entonces, lo único real es nuestro interior (ni siquiera nuestro cuerpo que es sólo una herramienta para expresarnos en este mundo de 4 dimensiones y que, además, está contenido por el alma, no alrevés).
    Cuando uno cambia por dentro, todo cambia por fuera porque el mundo interior se hace con nuestras percepciones; así, si cambiamos nuestras percepciones, lo que consideramos "maldad" estará allí pero no nos afectará, no nos hará sufrir.
    Entonces, parte del cambio interior es acallar el Ego… esa es la verdadera erradicación de la "maldad" porque sin ego, no hay violencia.
    Si cada uno escoge acallar al ego, la violencia cesará, pero es decisión de cada uno "despertar" de esta ilusión constreñida por las leyes de la materia y, justo porque es elección de cada uno, el mundo en su totalidad es una mierda, porque son pocos los que eligen cambiar por dentro ya que la mayoría espera que todos cambien para que todo esté "bien", es decir, que otros hagan el trabajo, que otros se esfuercen y yo aprobaré y apoyaré… gran falacia.

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    1. COMPLETANDO:

      El bien común no se da porque el Sentido Común está dañado (no es lo mismo que criterio, muchos los confunden y mal utilizan). La gente cree que hablando y hablando enseña, cree que exigiendo ciertos comportamientos está corrigiendo, cree que corrigiendo está ayudando al prójimo y cree que ayudando está construyendo un mundo mejor, pero por dentro es destrucción total, a sí mismo y por tanto, alrededor.

      Los que viven sin miedo o con más amor son los que decidieron dejar de vivir sometidos, porque se cansaron de esperar a que se impusiera un orden benigno mundial, porque sintieron -e hicieron caso a su corazón… intuición- de que ya nada iban a obtener del miedo que los rodeaba y por ello decidieron vivir sin miedo… yo soy uno de ellos: antes escribía lleno con ira e intolerancia, conceptos fuertes y críticas directas (nombre a una de mis columnas en un diario Nikkei - Desaprender lo Aprendido, donde criticaba con dureza), pero no se pelea al fuego con fuego, ni siquiera hay que pelear sino educar, motivar, incitar a un buen cambio interior.

      Todo lo que hacemos resulta útil -como tu artículo- cuando nuestra intención es positiva. Pero lo único útil que podemos hacer por la humanidad es, de forma reiterativa, el cambio interior.

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    2. Gracias por tu comentario Víctor, y mi cordial bienvenida al blog. Asumo que tu visión de las cosas viene de un arduo trabajo personal por tratar de comprender el mundo, pero lo cierto es que nos has aportado nuevos y originales puntos de vista, que a mí en particular me han enriquecido. Estoy de acuerdo contigo en que la alienación masiva hace ver "normal" lo egoico (que supone vivir con sufrimiento), retardando el darse cuenta individual acerca del Ser, e impidiendo esa aceptación de "lo que es", a pesar de ser el primer paso hacia el verdadero progreso personal y colectivo. Por eso digo en el artículo que tenemos que aceptar la maldad, lo que en ningún caso significa resignarse pasivamente a ella, sino identificarla en nosotros mismos para luego desmontarla dentro y fuera. Como bien dices, la responsabilidad que más se evade (el cambio interior) representa, sin duda, la única posibilidad/responsabilidad y hasta la única misión al alcance de cada uno de nosotros, para salir del círculo vicioso que nos agobia y entrar al círculo virtuoso donde intuyo teóricamente que todos podremos disfrutar la ausencia total del miedo y experimentar la de ser Uno. Mientras, me alegra que al modo de cada quien y por caminos propios, tú y yo estemos unidos a esos otros que han asumido la tarea de cambiar personalmente, para luego pretender cambiar al otro. Un cordial saludo!

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    3. Podemos cambiar al otro pero solo con el ejemplo. Un fuerte abrazo.

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  25. yo creo que la religion es muchas veces la fuente del mal porque a veces tratan de justificar sus malas acciones como algo bueno y aparte se dedican a trastornar las mentes de los niños y causarles mil daños mentales y sexuales traumatizarlos convirtiendoles en psicopatas

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  26. Gracias por tu aporte, Martina. En la dualidad que asociamos con este mundo, generalmente todo lo vemos fluctuar entre los polos BIEN y MAL. Las religiones no se escapan de esta tendencia. Existen porque son productos del hombre para llenar una necesidad vital, sea para afiliarse en grupo, para continuar tradiciones, para buscar seguridad y poder, para crearse una identidad, para consolidar sociedades e intereses particulares, para evadir el miedo a la aniquilación después de la muerte o al sufrimiento durante la vida, o por otras razones que llevan al ser humano a crearse un dios a la medida de sus necesidades y limitaciones. Así nacen las religiones y, como todo lo que hacemos, pueden usarse para el bien o para el mal. Yo no creo en religiones, respeto a sus creyentes pero no a sus creencias porque las veo como cadenas que impiden avanzar y que condenan al creyente a vivir con miedo. Pero cuando satisfacen las necesidades humanas, las religiones son vistas como algo bueno. Concuerdo contigo en que lo que enumeras en tu comentario representa parte de lo objetivamente "malo" que producen las religiones. Y me alegra que ya muchos lo puedan comprender y atreverse a decir, porque nuestro mundo exige posiciones claras y honestas de cada persona, para poder seguir existiendo y mejorar. Un abrazo!

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  27. Excelente artículo, creo que planteado con toda su densidad y con una postura desangelizada y sin regresos religiosos. Eso se agradece. Muy realista. Comparto particularmente, sin subestimar el resto, el acercamiento de Freud. No comparto en absoluto las tesis biologistas o divinas acerca del origen del mal. No creo en hombres esencialmente buenos o malos y en definitiva esencialmente nada. El hombre es posibilidad de ser, por lo tanto es infinitas opciones. Los griegos se fajaron duro con estos temas: el problema de la teodicea invertida en Aristóteles: un dios uno y bueno es imposible, porque ¿quién creó el mal? Platón lo resolvió con un demiurgo que creó todo, pero no la materia. Un dios incompleto y por tanto inadmisible para las religiones monoteístas que nos dominan. Te sugiero revisar un texto de Cornelius Castoriadis, añado el link: http://es.scribd.com/doc/62465348/18/Las-raices-psiquicas-y-sociales-del-odio. Un abrazo!

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  28. Gracias por tu apreciado aporte, Manuel. Valoro que te haya gustado su "...postura desangelizada y sin retornos religiosos". El primer borrador de este artículo incluía referencias a la Teología Natural del monista Platón (el ápeiron, como origen del mal, el orfismo, etc) y lógicamente también mencionaba a Leibniz. En aras del propósito y de la necesaria brevedad del texto (que aún así quedó algo extenso), suprimí dichas referencias junto con otras, a la par que descarté por razones obvias cualquier tesis religiosa acerca del mal y su papel en el mundo. Cualquier interesado en el tema de la maldad, podrá indagar más sobre él usando las palabras claves contenidas en tu comentario y en esta respuesta. Muy oportuno el link relativo a Castoriadis, pues me permite conocer mejor a ese autor y su obra. También invito al lector a consultarlo, ya que complementa muy bien este artículo. Un gran abrazo y hasta nuestra próxima reunión!

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