Seguidores

miércoles, 4 de abril de 2012

"DISCRIMEN"


Discriminar viene del latín discrimen, derivado de discernere (separar, dividir). La primera acepción del término es “diferenciar, discernir, distinguir, apreciar dos cosas como distintas o desiguales”. Por tanto, quien discierne, distingue, separa, clasifica, nombra u ordena, necesariamente discrimina. Discriminar, en sentido peyorativo, según la RAE  supone “dar trato de inferioridad a ciertos temas o miembros dentro de una colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc”. La ideología capitalista reconoce el derecho de cada quien para competir, elevarse y sostenerse por sus propios méritos y esfuerzos sobre los demás. La ideología socialista sostiene  que toda diferencia hace sufrir al inferior, aún si se le trata dignamente, y por ende hay que abolir toda desigualdad, ya que los menos favorecidos por la vida son discriminados y la sociedad debe corregir tal desventaja. Reconozco que el capitalismo marca inevitablemente diferencias de clase, donde el más apto, más  hábil o mejor provisto, es el espécimen que generalmente sobrevive mejor. Pero también veo claramente el fracaso histórico del modelo socialista, cuando pasa de ser un ideal a la insatisfactoria realidad social y gubernamental, porque los líderes y adeptos al poder socialista de inmediato ocupan las posiciones de privilegio que antes atacaban, usando para ello el apoyo de las masas, que siguen sometidas a su égida y mantienen controladas y adormecidas mediante beneficios materiales limitados y embrutecedores. En ambos sistemas, hay quienes opinan que las minorías que eran excluidas por practicar conductas o estilos de vida diferentes, al ser amparadas por la no-discriminación pasan a ser privilegiadas dentro de la mayoría social, aunque sus prácticas resulten dañinas a los demás, y por eso la oposición en cuanto a legalizar las drogas, la prostitución o la homosexualidad. Para otros, resulta tan discriminativa la existencia de la propiedad o de la educación privadas como la exclusión por razones de género, sexo, edad, raza, ideología, estatus socioeconómico, grado cultural o nacionalidad, entre otros factores distintivos. Pasando a la discriminación desde un punto de vista religioso -determinante en nuestro mundo latinoamericano- la doctrina católica tradicional es absolutamente contraria a un igualitarismo radical: “En la sociedad humana, es conforme a la voluntad divina que haya gobernantes y gobernados, patronos y empleados, ricos y pobres, para que se ayuden mutuamente a conseguir su fin último en el cielo” (Pío X).”Es errónea la afirmación de que todos los ciudadanos tienen derechos iguales en la sociedad civil” (Pío XI). “La desigualdad cultural y de bienes deriva de la naturaleza misma de las cosas y lejos de menoscabar la igualdad civil, confiere a ésta su legítimo significado” (Pío XII). “Quien osa negar la diversidad de las clases sociales, contradice el propio orden de la naturaleza” (Juan XXIII). “Un joven peligra cuando pasa a creer que la única esperanza para mejorar la sociedad está en promover la lucha de clases para alcanzar la utopía de una sociedad sin clases” (Juan Pablo II).“Una concepción totalitaria del mundo es irreconciliable con la revelación cristiana, en el todo como en sus partes” (Benedicto XVI). Personalmente, opino que es irracional negar las diferencias que hacen de cada ser humano alguien único e irrepetible, sean físicas, intelectuales o de otro tipo, y que cada quien tiene un valor particular que es absurdo comparar con el valor de otras personas, excepto si tales valores se miden desde un punto de vista utilitario, para alcanzar determinados fines. Y que estos fines siempre son vistos de acuerdo a la conveniencia de cada cual, por lo que no pueden apreciarse con objetividad, excepto en aquellos casos que afecten directamente a los derechos humanos. Este es un tema dentro del cual no cabe discusión posible: cualquier ser humano, por el solo hecho de haber nacido, es acreedor de toda la solidaridad, aceptación, comprensión y apoyo que necesite por parte del resto de nuestra especie. Desde mi propia experiencia, hasta ahora no he podido encontrar una situación de vida asociada con el sufrimiento propio o ajeno, que no tenga su equivalente tanto en homosexuales como en heterosexuales, en hombres o en mujeres, en blancos o en individuos de otra raza, en ricos o en pobres, en ateos o en creyentes…y así podemos mencionar todas las fronteras y dualidades con las que la humanidad ha cometido el error de dividirse internamente, sin poder hallar ninguna que pruebe la superioridad de unos sobre otros. Por eso mi invitación es a que, en lugar de seguir alimentando el equivalente a la estúpida idea hitleriana del Tercer Reich y de la Raza Superior, saquemos del juego de la Vida a la discriminación y comencemos de una vez a vernos y tratarnos fraternalmente, como semejantes. Humanizar a la humanidad no es redundante, es imperativo, si la raza quiere sobrevivir y tener planeta para rato. Y aún es tiempo, aunque muchos ya estemos corriendo en la recta final, con nuestro tiempo próximo a agotarse.
                                                                                                                               

12 comentarios:

  1. Cualquier tipo de discriminación ofende siempre, no solo por el hecho de que alguien se sienta superior a otro, sino porque eso implica un daño a la persona discriminada. Pero es lo más humano y menos plausible de nuestra condición: creer que podemos juzgar, imponer, atacar, humillar. Es la ilusión del poder. Contra ello es que hay que luchar.

    ResponderEliminar
  2. Concuerdo contigo en cada una de tus palabras, Enrique, y te felicito porque has sabido resumir el artículo en tu comentario de manera cabal, precisa y aleccionadora. En tanto la Humanidad disponga de gente con tus valores, hay la esperanza de un mundo mejor, regido por el Amor y no por el Poder, que siempre está soportado por el Miedo. Un cordial saludo!

    ResponderEliminar
  3. Llegué por asualidad al blog, y me gusta su forma educada, objetiva y seria de plantear cada tema. También estoy de acuerdo con el comentarista anterior, que la ilusión del poder que lleva a un ser humano a atacar a otro, es la verdadera causa de la discriminación y el único enemigo que debemos desarmar.

    ResponderEliminar
  4. Hola Ingrid, bienvenida al blog y gracias por tu elogiosa apreciación del mismo. Me anima tu comentario, fíjate como en este miniespacio virtual ya compartes con Enrique y conmigo un punto de vista objetivo y esperanzado acerca de la situación del mundo, puesto que sugieres tomar acción a favor de él. Cuando quieras entra a http://raguniano.blogspot.com/ donde alterno artículos también orientados al bien común, con los de un gran amigo a quien valoro por su luz y por su capacidad de aportar siempre lo mejor a su entorno. Seguimos en contacto virtual y vital!

    ResponderEliminar
  5. Es verdad que DISCRIMINAR contiene la palabra CRIMEN desde su raíz "discrimen". Y yo le pregunto a quien se lo hace a otra persona, por la razón que sea, si se ha puesto a pensar qué a llevado a ese otro a ser lo que le provoca rechazo y ganas de atacarlo. Si uno conociera toda la historia de la persona, estoy seguro que entendería el por que actúa así o asá y jamás la atacaría ni jusgaría porque se daría cuenta que no puede obrar de otro modo sino como le impulsa esa historia que lleva a cuestas como herencia y como aprendizaje.

    ResponderEliminar
  6. De acuerdo contigo! Si actuásemos desde el conocimiento cabal y completo, jamás erraríamos al interactuar con otros o con nosotros mismos, por ello siempre he pensado que en el conocimiento absoluto está la base del amor, y que de la ignorancia parcial o total surgen proporcionalmente el dolor, la injusticia, la violencia, el odio, la separación y las demás manifestaciones del miedo. En otras palabras, que la Humanidad está enferma de miedo, y que el único antídoto a éste es el amor.

    ResponderEliminar
  7. Mi querido amigo me quedo con tus últimas frases, con esta gran verdad:
    Humanizar a la humanidad no es redundante, es imperativo, si la raza quiere sobrevivir y tener planeta para rato. Y aún es tiempo, aunque para muchos ya estemos corriendo en la recta final.

    Así que no perdamos la posibilidad de darle sentido a tu reflexión.

    Un beso grande, grande.

    ResponderEliminar
  8. Querida amiga, gracias por entrar al blog y dejar en él tu valioso aporte. Te siento parte de la cohorte de luz que abre el camino de la Humanidad hacia la meta final de nuestro tiempo, la más elevada en nuestra historia dentro de lo Eterno, porque implica un marcado cambio de conciencia hacia el bien común. Que tu sensibilidad, tu reflexión y tu capacidad para actuar desde el amor sean cada día reforzadas por el éxito visible. Besos

    ResponderEliminar
  9. Saludos, he agregado tu blog a mi lista de blogs. Tal vez tú pudieras hacer lo mismo por mi blog y así compartiríamos visitas. ¿Te parece bien?

    ResponderEliminar
  10. Gracias Daniel, con gusto recomiendo tu blog, por bien escrito y por bien documentado. Saludos desde Caracas!

    ResponderEliminar
  11. Todos los que se empeñen en notar las diferencias entre humanos -aunque su intención sea benigna- no hace sino acentuar la discriminación. La "lucha" debe ir a la inversa: resaltar las virtudes de todos para potenciar su entorno, para lograr beneficio común, para vivir en comunidad.
    Mientras más institucionalizados estemos, más nos discriminaremos porque todos somos iguales pero la verticalidad crea discriminación aceptada como "normal".
    Llegará el momento en que todos nos sintamos iguales, al mismo nivel, y tratemos a los demás así... y los que no lo estén, sean empujados por los otros para estarlo.

    ResponderEliminar
  12. Gracias por tus atentos comentarios en mi espacio.En la actualidad he estado lento en mi blog por falta de tiempo; por motivos de estudios . Agradezco de sobremanera tu visita a mi espacio . Un placer seguirte amigo. Muy interesante tu blog. Excelentes artículos, los cuales son de mis gusto leer. Seguiré visitándote en las medidas de mis posibilidades. Desde aquí cuentas con un amigo nuevo, para compartir conocimiento. Te envío un cordial saludo deseándote un lindo día, lleno de paz y mucha armonía. La paz quede contigo.

    ResponderEliminar